Anatomía

 

 

El cuerpo de las hormigas consta de cabeza, tórax y abdomen.

 

En las hormigas se puede distinguir una unión entre el mesosoma (conjunto del tórax y del primer segmento abdominal) y gastro o gaster (formado por el resto de segmentos abdominales), estamos hablando del peciolo. En algunas especies el peciolo puede ir acompañado de una tercera construcción entre el tercer y el cuarto segmentos abdominales, en este caso estaríamos ante dos segmentos abdominales; el peciolo y el pospeciolo.

 

 

 

 

A continuación se explican algunas partes vitales de estos pequeños invertebrados:

 

Las antenas: Las antenas están formadas por cuatro partes que nombraré desde el principio de la antena hasta su fin; el bulbo condilar (engrosamiento que es insertado en la fosa antenal), escapo (1ª parte de la antena y primer segmento antenal), pedicelo (segundo segmento antenal). Por último acabamos con el funículo, que incluye al resto de los segmentos.

 

Las mandíbulas: Sea la especie carnívora o granívora las mandíbulas son vitales en la vida de estos insectos, pues con ellas trituran, machacan y matan a sus presas o de lo que quiera que se alimenten.

 

Según la hormiga las mandíbulas pueden estar muy especializadas y al mismo tiempo presentar formas muy diversas.

Se dividen en dos partes: Margen externo y Margen interno.

 

Las patas: Las patas de las hormigas la forman cinco partes que nombraré desde el nacimiento de la pata del tórax de la hormiga, hasta su fin; La coxa (es la unión de cada pata con cada segmento del tórax). Continuamos con una pequeña articulación entre la coxa y el fémur, esta se denomina trocánter. A continuación del fémur se ubica la tibia (puede ir o no provista de espolones). Tras la tibia se encuentra el tarso con cinco tarsómeros; el basal más largo, y el apical que va provisto con un par de uñas.

 

Para acabar decir que, aunque las personas no lo apreciemos, como muchos insectos y arácnidos, las hormigas presentan minúsculos pelos en su cuerpo prácticamente invisibles a simple vista al ojo humano.

 

También pueden ir provistas de espinas, como ocurre con el género Temnothorax.